Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.



De Bécquer, que sé que te encanta, tontorrona.
Tú, que talento es tu apellido, sigues creciendo, aprendiendo y mejorando. Es un placer y un orgullo verte crear.

Estás construyendo un libro maravilloso, no puede ser de otra manera, porque eres brillante, te veo brillar en cada momento que comparto contigo.
El primer día en tu casa me pintaste esta maravilla. Como para no enamorarme.  
Y aquí un domingo en el paseo Del Prado, que nos encontramos con mi padre, ¿te acuerdas?